jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Qué es "Bushcraft"?

Típico pinar de la región de Andalucía, España.

Sin duda esta es una de las palabras (si no la que más) que se repite en este blog. Es necesario hacer un apunte conceptual sobre el origen del término y todo lo que aborda en si para comprender con claridad de que estamos hablando.

Definición.

El término bushcraft tiene un origen anglosajón que significa literalmente "Habilidad de arbusto". Aunque la connotación de esta frase, según el diccionario Oxford es: "Habilidad en asuntos relativos a la vida en el monte". Esta definición es más apropiada. La palabra tiene un origen con un par de centurias a sus espaldas donde ya se usaba con el mismo significado actual en las regiones África del Sur y Australia, en aquellas personas que imitaban las habilidades de los indígenas de la zona para adaptarse mejor al medio. Etimológicamente, en esta palabra se halla una raíz en la lengua flamenca que se refería a los asentamientos que se hallaban en las lindes de los bosques y selvas. En los países de habla inglesa y casi en el resto del mundo, a los practicantes del bushcraft  se les denominan "bushcrafters".

Tribu de aborígenes australianos a principios del siglo XX.


Significado.

¿Pero que demonios conlleva en realidad el bushcraft? La respuesta no debe decirse a la ligera ya que, esta actividad suele confundirse con otras actividades hermanadas como pueden ser la supervivencia o el "survavilismo", que comparten muchas de sus técnicas aunque no el fin de cada una. 

De una manera concreta, el bushcraft no es otra cosa que adentrarse de manera voluntaria en el corazón de la naturaleza sin más equipaje que unas pocas herramientas esenciales (a veces, una o ninguna) y desenvolverse en el medio natural de manera fluida y primigenia, aprovechando sus recursos y minimizando el impacto ecológico, tal y como lo hicieran nuestro primeros antepasados. El bushcraft también puede explicarse como la "supervivencia a largo plazo", ya que un superviviente que pase semanas en el medio natural esperando un rescate, consumirá sus víveres (si es que le quedan) y no tendrá más remedio que adaptarse al medio que le rodea aprovechando los recursos naturales.

Otras formas de explicar su práctica son: Autosuficiencia en el terreno natural, supervivencia ancestral, instinto humano de conservación, forma de vida natural elegida, etc.


Refugio fabricado con materias primas usando técnicas propias del bushcraft.

Habilidades.

El bushcraft empieza siendo una curiosidad, sigue creciendo como una afición, continua como una actividad lúdico-deportiva y acaba siendo un estilo de vida, una filosofía del ser, todo un dogma. Como el escalador que sufre en cada agarre pero es adicto a la adrenalina que segrega en esos momentos, el bushcrafter busca esa endorfina que le proporciona el medio natural cuando está solo o en compañía de algún elegido, buscando la forma de protegerse de la la lluvia que se avecina en el monte, de salvaguardar la hoguera frente a los vientos del desierto, de cenar un buen pez de río que tan solo puede proporcionarle sus reflejos y una rudimentaria lanza o un improvisado sedal y anzuelo. Tan solo la incesante práctica de estas técnicas hacen alcanzar la maestría al bushcrafter para salvaguardar su vida en comunión con la salvaje naturaleza.

Un ejemplo de que habilidades empiezan siendo las básicas en el aprendizaje del bushcraft son:
  • Orientarse no solo hallando el norte a través del sol o las estrellas, sino observando el comportamiento de la naturaleza (como donde se condensa la humedad en la montaña para saber su cara norte, o en que lugar los troncos acumulan más musgo).
  • La obtención de agua limpia y potable, ya sea a través de ríos o acuíferos naturales. O por medio de frutos, plantas u otros medios.
  • La preparación de fuego, obteniendo la yesca de manera intuitiva y aplicando las técnicas de encendido, ya sea por chasquido o frote (o con un pedernal) con materiales obtenidos en el medio natural. 
  • La construcción o adaptación de un refugio que nos permita la pernocta y el cobijo necesarios para soportar las inclemencias del medio.
  • La obtención de alimentos reconociendo las plantas, raíces, tubérculos, hongos y frutos comestibles, y también usando habilidades tradicionales para pescar y/o cazar piezas y saber como aprovechar cada parte de estos valiosos animales respetando el ciclo vital.
  • La fabricación de armas, herramientas, utensilios y mecanismos con materiales totalmente naturales para un fin concreto.
Esta lista solo muestra las habilidades básicas que todo aspirante a bushcrafter debe conocer, como nota hay que añadir que estos conocimientos no solo han de asimilarse por la teoría, ya sea escrita o contada; el verdadero espíritu reside en involucrarse y llegar a asimilar estas técnicas casi como cotidianas.

Hacha, cuchillo y sierra plegable. Tres herramientas básicas en la práctica del bushcraft.

Herramientas.

En bushcraft, la utilización de herramientas es primordial, ya que la esencia de esta forma de vida se basa en el "hazlo tú mismo" (en inglés esta expresión se reduce en las siglas DIY "Do It Yourself"). Las herramientas nos ayudan a obtener las materias primas necesarias para desenvolvernos en el medio natural y poder obtener sus recursos. Todo bushcrafter que se precie tiene en su mochila un inventario esencial para garantizar su integración en el medio. No hay un equipo estándar en si mismo que digamos sea el ideal para la práctica del bushcraft, esta forma de vida es tan personal e íntima que cada persona tiene sus propios recursos y sabe que le falta o que le sobra en cada salida. Sin embargo, la gran mayoría de practicantes coinciden en que hay una serie de utensilios que sirven de mucha ayuda.

A continuación, dejo un listado lo más genérico posible de lo que a mi parecer debe tener cualquier bushcrafter:

  • Cuchillo: El padre de todas las herramientas, una garantía de supervivencia si se sabe usar. Desde que el primer homínido tallase la primera lasca de sílex para cortar y clavar, el cuchillo se ha convertido en la herramienta por excelencia. Pocos materiales maleables hay que se resistan al filo de un buen cuchillo en una mano hábil. No puede faltar en tu equipo.
  • Hacha: Junto al cuchillo, es la segunda herramienta imprescindible. Afilada y contundente, nos ayuda a cortar y tallar materiales gruesos y recios como la madera, el hueso e incluso la piedra. Su uso está pensado para la extracción de la materia prima, aunque no es desdeñable agarrar su mango si estamos expuestos a las amenazas que pudieran surgir.
  • Sierra: La sierra es la tercera herramienta que cierra esta "tríada del bushcraft". Normalmente las que se usan son plegables, de cadena o de cable para facilitar su transporte, aunque como todo, depende de cada uno. Su utilidad es simplemente la de serrar troncos para obtener madera y/o leña.
  • Navaja: La hermana menor del cuchillo, más pequeña y de hoja plegable. Lo común es tener la navaja multiusos o navaja suiza. Aparte de la hoja, estas navajas nos proporcionan una serie de herramientas extra para diferentes usos que varían según modelo y fabricante. La hoja de la navaja nos proporciona cortes finos y precisos, ideales para tallar o hacer pequeños trabajos que requieran más precisión que con el cuchillo. Esta herramienta debe estar siempre en nuestro bolsillo del pantalón.
  • Piedra de afilar: Con lo que llevamos ya listado, no hace falta mencionar los motivos que conllevan tener al menos una unidad en nuestra mochila.
  • Cantimplora: Ya sea una clásica cantimplora de camping, un termo, una botella de plástico o una bota riojana. Necesitas beber agua si estás fuera y lejos de obtenerla, así que es obligado llevar un contenedor de al menos 1,5 o 2L de capacidad con agua potable. Salir al campo no deja de ser un ejercicio, y más si estás construyendo un refugio o subiendo una empinada cuesta, intenta llevar el doble de agua que piensas consumir. Con esto no te la juegues, recuerda la ley del 3.
  • Brújula: Hoy día tenemos los smartphones y otros aparatos que nos pueden indicar la ruta a seguir o la posición exacta de cualquier punto del mundo, incluyendo la nuestra. Pero la tecnología digital no deja de ser frágil y volátil en un entorno natural donde la señal puede ser débil o nula y la batería se consume cada minuto que pasa. Así que consigue una buena brújula, que sea precisa y manejable. Invierte tiempo y esfuerzo en saber orientarte, trazar una ruta segura de ida y vuelta, y acompaña la brújula con un mapa de la zona por lo que pudiera pasar. Recuerda que esto también forma parte del estilo de vida bushcraft.
  • Pedernal: El fuego es un gran aliado cuando estamos fuera, nos calienta y nos ilumina y hace acogedor casi cualquier lugar. El pedernal es una herramienta obligatoria en nuestra mochila si pensamos estar mucho tiempo fuera y nos sorprende la noche u otras adversidades. Aprende a hacer fuego con esta herramienta para no quedarte tirado, esto no quiere decir que desdeñes las cerillas y el mechero, que también son obligatorios en nuestra mochila.
  • Cuerda: Ya sea paracord 550, cordino, de cáñamo, sisal, de esparto, etc. Necesitarás varios metros de cuerda. El material va al gusto y necesidades de cada uno, ya que cada salida te pedirá un tipo u otro. En lo personal, siempre llevo cuerda paracord 550 por su versatilidad y un carrete de cáñamo o esparto para la construcción.
  • Kit de Primeros Auxilios: En bushcraft nos cortamos, golpeamos, quemamos, tropezamos, caemos y estamos expuestos a otros peligros. Haz un hueco en llevar un pequeño neceser con material de primeros auxilios, lo agradecerás.
  • Comida: Este punto se suele obviar pero creo que es uno de los más importantes como también los es el agua. Llévate toda la comida que veas necesaria, la comida es algo que aunque ocupe espacio a la ida, a la vuelta ese espacio volverá a estar libre. Aun si en tu jornada de bushcraft tengas pensado ir a recolectar frutos, pescar o buscar alguna presa; llévate víveres nutritivos que te aporten mucha energía y te carguen las pilas. Lo necesitarás.
  • Mochila: ¿Habrá que llevar todo esto en algún sitio, no? Búscate una buena mochila, lo interesante es que sean mochilas adaptadas a tus necesidades y a la actividad que tengas en mente. No lleves una mochila pequeña para varias jornadas, ni un mochilón para una tarde. Sé coherente. Lleva lo justo, la experiencia te dirá que necesitas y que no. Eso sí, procura que la mochila tenga suficiente bolsillos y compartimentos, así podrás organizarte mejor. Recuerda repartir bien el peso y priorizar el espacio para las cosas que más vayas a usar.
Como último apunte a este apartado, recalco que esto es solo una sugerencia personal de lo que siempre debería llevar una persona en su mochila para una productiva jornada de bushcraft. Ni que decir tiene que cada persona tendrá su inventario y le puede parecer mejor o peor esta aportación mía. Incluso existen personas que se van sin nada encima al bosque y a partir de allí fabrican sus herramientas con piedra y madera. Si queréis hacer un comentario al respecto, más abajo podréis hacerlo. Toda aportación es bienvenida :)

Paisaje pirenaico en la región de Aragón, España.


Conclusión.

Para concluir este post quisiera dedicar unas líneas a la reflexión. No soy amigo de las etiquetas, pienso que las cosas son como son y que no necesariamente todo debería tener un nombre o adjetivo. Muchas veces cuando pronuncio "bushcraft" me pregunto cuando llegará el día en que se pueda usar una palabra más cercana al castellano para poder hablar de lo mismo, porque incluso a mi se me atasca a veces. A las personas nos gusta encasillarnos, nos gusta pertenecer a pequeños grupos y colectivos para justificar nuestra personalidad, nuestros gustos o nuestra identidad. Desde que Internet irrumpió en nuestras vidas esto se ha acentuado más y más hasta el punto de llegar a fabricar clichés en lugar de personas.

Con esto quiero decir, que para salir a la naturaleza para respirar aire puro y convivir con el medio aprovechando tu aprendizaje no hace falta auto-etiquetarse como "buscrafter" o Scout o ecologista. Sé tu mismo. Si te gusta irte a la naturaleza y demostrarte a ti mismo que puedes salir de la rueda mecanizada de lo que llamamos progreso tecnológico, esa satisfacción te la llevas tú. No hay nada que demostrarle a nadie. Tampoco existe un método establecido, ni unas normas o leyes que expliquen exactamente que se debe hacer cuando estas solo en el bosque. Lo único que conocemos es la colección de experiencias que otros vivieron y que transmitieron.

Ahora ha llegado tu turno. Cierra el navegador, prepara tu mochila y dirígete a donde más árboles halla. Solo escuchando tu instinto encontrarás tu verdadero camino y la práctica te demostrará hasta donde eres capaz de llegar.

¡Buena suerte!



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